La etapa en la que los niños empiezan a ir al colegio requiere especial atención por parte de los padres.
A la mayoría de los niños les hace ilusión empezar a ir al colegio. Es para ellos un avance en el aprendizaje de la vida. Si han ido a la guardería
ir al colegio no les supondrá ningún trauma. Están más sociabilizados y
acostumbrados a relacionarse con gente adulta desconocida, que no forma
parte de su entorno familiar y tienen amigos de su edad.
Es una
aventura porque para ellos todo es nuevo, desde la ropa ya que algunos
llevan uniforme y eso les hace sentirse mayores sobre todo si tienen
hermanos mayores que ya llevan esa ropa. Por otra parte, tienen por
primera vez un material nuevo y suyo disponible para ellos: una cartera,
o mochila con material de papelería, muy atractivo para ellos: lápices
de colores, goma, cuadernos, pinturas…
El nuevo ambiente en el
que pasan la mayoría del tiempo haciendo cosas que en casa no hacían, y
aprendiendo de todo: desde colgar el abrigo, colocar sus pertenencias,
sentarse e intentar estar en silencio escuchando a la profesora, sacar
su bocadillo o su yogurt bebible en el recreo, etc… son muchas de las
actividades que un niño realiza cuando está en el colegio.
Cuando
empiezan el colegio cada día tiene una novedad, es un mundo diferente
que se abre ante ellos y les abre nuevos horizontes: sus primeros
dibujos que tienen nota, sus primeros trabajos manuales que les ha
llevado mucho tiempo acabar, sus primeros conocimientos fuera de casa a
través de la profesora, sus primeras palabras en inglés, sus primeros
números… A todo esto es importante darle el suficiente refuerzo en casa,
escuchando sus aventuras o peleas con sus amigos, o viendo lo que han
trabajado. Si nosotros ponemos interés en lo que hacen y les preguntamos
y escuchamos con atención, ellos le darán importancia y querrán que
sigamos la vida de lo que hacen u oyen en el colegio.
Nos puede
parecer que cuando son pequeños esto no tiene importancia, porque apenas
si hay tema del que hablar; pero para ellos es su mundo y ese universo
en el que se mueven es lo más importante para su corta vida. Tiene mucha
repercusión en su rendimiento escolar la actitud con la que les oímos.
Para
ellos es trascendente contárnoslo, porque como no nos ven siempre
quieren no desconectarse de nosotros y que nosotros no nos
desinteresemos de sus cosas, por eso a veces son tan exhaustivos en sus
detalles y en aportarnos datos de cómo han hecho una cosa, o cómo les
dijo la profesora aquello, y por eso no dejan de insistir hasta que
comprueban que nos hemos enterado de lo que nos están contando.
También
les gusta que les vayamos a buscar al colegio para presumir ante sus
amigos de nosotros. No es bueno que siempre deleguemos en alguien esta
tarea. Alguna vez durante la semana los padres deben ser los que recojan
a sus hijos del colegio
o les lleven. Es bueno que los otros niños conozcan a sus padres. Los
diálogos que se entablan al llevar o recoger a un niño del colegio
suelen ser muy interesantes.
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